martes, 30 de agosto de 2011

Desde que tú apareciste...



Aquí está ya mi poemario con su correspondiente marcapáginas...

A fecha presente, se puede conseguir en la librería Cómplices (complices@libreriacomplices.com) de Barcelona.
En Berkana (Madrid) libreria@libreriaberkana.com
En Librería de Mujeres de Canarias (Tenerife) info@libreriademujeres.com
En la Librería La Luna Nueva (Jerez de la Frontera) lunanueva@infonegocio.com
En El Corte Inglés de Valladolid (Pº Zorrilla).
Quién lo quiera con dedicatoria, me lo puede pedir personalmente a pamuam@hotmail.com y, con mucho gusto, se lo envío contra reembolso o como deseen.
Agradezco de antemano vuestro interés, y si su lectura es de vuestro agrado, sólo queda recomendarlo o regalarlo.
Un saludo muy afectuoso.

jueves, 21 de julio de 2011

Tú también la sabes...

Ansiaba yo encontrar una palabra nueva, de ámbar y oliendo a sándalo.

Hacerla encajar entre mis interrogantes, mis admiraciones, los verbos de mañana... Incluirla en el sujeto que elegí como amante de aquel predicado.

Cavilarla, barnizar su fragilidad y convertirla en la reina de mi escrito.

Darle vida con tinta de color turquesa en mi papel satinado.

Gozarla, como si fuera piel...

Quisiera que fuese una palabra grandiosa en su significado, conveniente, que me inyectara unos gramos de locura e insensatez.

Que cupiese en cualquier rincón y naciera de la comisura de los labios...

Que fuese el principio o el final de una canción.

Buscaba una palabra íntegra y honrada. Avariciosa de existir...

Impoluta y tórrida, honda y vivaz.

Que evocase un plural...

Que sonara bien y tuviera que ver con el corazón.

Y para eso, sólo hay una posible y todos la conocéis: CONTIGO.

sábado, 2 de julio de 2011

Lo prohibido (sensaciones).

Más allá de las normas establecidas, bulle otro mundo, más atractivo por ignorado.

Esa atracción comienza en el mismo instante en que decides transgredir la primera norma y pasas a la acción, ejecutas.

Sientes cómo lo prohibido te arrastra, se te enreda en los cabellos.

Se te va colando ese cosquilleo morboso por los antebrazos, las ingles, por todos los órganos de tu cuerpo más allá de la piel...

Te asomas con sigilo. Miras de soslayo.

La mente se aviva, se aguzan la vista y el oído hasta límites animales.

Aguantas la respiración mientras recorre tu mente un “¡me van a pillar!”.
Pensarlo, te excitas más…
Un desasosiego extraordinario te invade.
A escondidas, incumples.

En secreto, profanas.

Sin vacilaciones. Arriesgando adrenalina.

Sabiendo.

martes, 21 de junio de 2011

Intercambio.

Le regalé un anillo de compromiso, sin compromiso.
Le desbaraté el corazón.
No le regalé flores, mas sí un nexo de unión, acordes y letras.
Le reclamé sus dudas y sus miedos,
algunas complicidades esquivas
e infinitas concesiones.
No sé si alguna vez supo que no se puede elegir la verdad,
que ejercer la parte de dios que nos toca es insuficiente,
que estamos inmersos en laberintos inescrutables
sembrados de espejismos.
A cambio
me enseñó a manejar mis alas,
a sobrevivir despedidas,
a salpicar de tristeza cada imposible…
Aprendí confidencias, intensidades, sublimaciones.
Supe de templos, cercanías y descalabros,
de hilos que no se rompen,
de metáforas con prisa, de trámites imaginarios.
Quise perderme en su isla
y me encontré una piedra en la que,
hasta la extenuación,
inevitablemente,
tropezar

martes, 7 de junio de 2011

GRIS

La mujer de la maleta gris permanece sentada en una estación donde los trenes, hoy, no van a ninguna parte.
Un niño le regala con sus ojos una luna invisible que se atrinchera en su corazón indómito. Le hace una reverencia inventada para la ocasión.
Sin apenas esfuerzo lee su alma y sabe que está enferma de ausencia, que su garganta está seca. En lugar de preguntarle si paz de espíritu o guerra de amor le dice:
“Ve a sacar tu amor de paseo antes de que sea demasiado tarde”.
Y ella va y le hace caso, sumisa. Empieza a reconocer sus perfectas imperfecciones y a fijar prioridades…

Y le dice: “Anda, despierta tu sensibilidad atrofiada”.
Y ella va y deja que fluyan las dudas y las verdades a medias, incluso se permite alguna blasfemia agazapada entre plegarias.
Lo finito deja de interesarle de repente igual que la fangosa realidad de ayer. Y decide elevarse más allá de este banco de estación donde reposan tantos adioses y mentiras.

Recita el único poema suyo que recuerda y que un día la cautivó:
“ Si buscara poseerte… sobraría la intención
Si quisiera seguir sumida en tu hechizo
¿qué más podría ofrecerte, si carezco ya de lengua,
de piel, de tanto regalártela?”

Palabras…
Pero a la mujer de la maleta gris ya no le duelen sus delirios, incluso ha empezado a olvidar su nombre…

viernes, 3 de junio de 2011

Nociones

Yo veía un mar tranquilo, en su serenidad prohibida,

y tú el zozobrante ir y venir,

incesante,

de las olas.

Yo respiraba olor intenso a libertad, cadencia infinita de la nada.

Tú, salitre corrosivo.

Yo percibía figuras magníficas en el cielo, como un infante ciego,

Y, en cambio, a ti no te llegaban sino retorcidos esbozos
de desastres goyescos.

Alguien se equivocaba.

jueves, 26 de mayo de 2011

Y ahora...

El pasado a veces se presenta de forma
impecable,
como un enjambre de serpientes danzantes
aferradas a las venas.
Hay puertas que se entreabren y, si te asomas,
te engullen.

Antes, tragos de ron insaciables.
Ahora, pausadas infusiones de afecto.

Antes, lujuriosa inocencia en los cristales.
Ahora, templar las armas por un rato
y dejar de perfilar suspicacias.

Yo era de las que cosía mariposas en tiempos injustificables,
en idílicos regazos, una vez inaugurado el amor.

Y, ahora, por mi parte, callar.
Guardar silencio en los parámetros
de esta espesura.